Venus retrógrada se pasa a Piscis del 2 al 15 de abril.

El día de hoy o en estos días pues, se tiene que sentir el paso de la Diosa del amor, de Aries, signo de fuego, que es pura pasión, a Piscis y el mundo del agua y la disolución. Se queda por aquí hasta el 15 de abril cuando se pone directa otra vez. Desde el 4 de marzo que entró a Aries, se ha enfatizado lo que queremos, lo que deseamos; curiosa la diferencia entre estas palabras según yo. Querer me suena más a anhelar, algo más pasivo. El deseo, creo que es más ese fervor que no nos quita una idea de la cabeza, que nos dirige, nos lleva y conduce a la acción, a nuestro "objeto del deseo".  Marte, el regente de Aries, tiene que ver más con esto. En Piscis en cambio, la historia es otra, trascendemos las apariencias.

En Piscis, las palabras ilusión, romanticismo, fusión, decepción y tener que hacer sacrificios por otros, se manejan con frecuencia. Le sumamos que Venus está retrógrada y llega la posibilidad de bajar la velocidad y mirar cuidadosamente aquello y/o aquellos a los que queremos. Lo que no es se revela como tal y se acaban los engaños. Puedes descubrir información que estaba oculta. También es posible reconectarnos con la fantasía, a veces tanto realismo y necesidad de logro, agota. Hay que soñar antes de lanzarse en busca de algo ¿no creen?

Cuando un planeta está retrógrado hay un cierto grado de frustración en el ambiente pues no se puede manifestar tan claramente hacia afuera. Por ejemplo, en el caso de Venus, expresar el amor físico, erótico, puede costar más trabajo, está uno inhibido. Sin embargo "la imagen interna del amor y la del ser amado se vuelven extremadamente poderosas activando la imaginación" dice Liz Greene. A afinar esa voz, a sacar la pluma, el pincel, o lo que mejor se les de, para declarar su amor señores.

Con esto del cambio de velocidad, quizá veas potencial donde antes creías que no había. Ya sea en una relación o en algo que descubras de ti mismo. Es tiempo de recibir y canalizar. Todo en su momento.

No hay que perderse en la ilusión pero sí en la fantasía.