Tauro: La vida a través de los sentidos, por Isabel Zapata.

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@betiecilla El perfume: historia de un asesino (1985) es una novela de Patrick Süskind que narra la historia de Jean-Baptiste Grenouille, un joven nacido entre deshechos de pescado que vive una infancia de abandono en la que su único refugio es grabarse en la memoria los olores que lo rodean. Dueño de un sentido del olfato agudísimo, Grenouille  es un Tauro viviendo en el límite del mundo físico. Se trata de un signo que encuentra fuerza en el mundo de las sensaciones: el toro, lento pero seguro, sólo cree en aquello que puede ver, tocar, oler, escuchar.

Paciente y sensual, Tauro es capaz de llegar hasta las últimas consecuencias de sus deseos. Jean-Baptiste Grenouille, “uno de los hombres más geniales y abominables de su época”, encuentra en los olores una guía para navegar un mundo que no ha sido amable con él.

Hay en el perfume una fuerza de persuasión más fuerte que las palabras, el destello de las miradas, los sentimientos y la voluntad.

Persistente como sólo un Tauro podría serlo, Grenouille aprende el oficio de crear perfumes y perfecciona el arte de capturar el olor de las cosas. Aquí viene la ironía de la historia: el perfumista que carece de un olor propio y dedica su vida a buscarlo en el cuerpo vivo  de otras personas (aunque para extraerlo tenga que sacrificarlas).

Mi nariz reconoce todos los olores del mundo. Necesito aprender los nombres. Aprenderlos todos.

Regidos por venus, los Tauro tienen un sentido estético que los ancla al mundo físico, a las sensaciones. Eso, junto con su fuerza de voluntad característica, convierte a Grenouille en la expresión perfecta de la perseverancia de este signo: el toro que, paciente, se entrega por completo a su arte.